COSAS DE PALACIO
Los padres de alumnos del Nuestra Señora de Bótoa se plantan para reivindicar su nuevo edificio
20.11.11 - 00:32 -ROCÍO ROMERONo están dispuestos a esperar otros 20 años hasta que un político admita que el colegio Nuestra Señora de Bótoa es «tercermundista», como les dijo un concejal del Ayuntamiento de Badajoz a los padres de alumnos del centro en una reunión hace varios años.
La comunidad educativa mira con desilusión los próximos meses porque de golpe y porrazo les han arrebatado la promesa que les hizo el Ejecutivo autonómico en 2008: que sus hijos estudiarían en un colegio nuevo en el curso 2013-2014.
A finales de 2010, la Administración regional adjudicó la contratación de la redacción del proyecto y la dirección de obras. Los padres acariciaron el fin de unas reivindicaciones que conoce de cerca la presidenta del Ampa, Maribel Cáceres, que sufrió las deficiencias del colegio cuando era alumna y ahora observa con estupor los mismos inconvenientes cuando deja a su hija en el colegio.
Durante años los padres se han encontrado en el fuego cruzado de dos administraciones de distinto signo político que jugaban con ellos al ratón y al gato. La Junta socialista le tiraba la pelota al tejado del Ayuntamiento popular. Y viceversa.
Es cierto que el Consistorio ha cumplido con su parte. Pactó hace ya tres años la cesión de los terrenos, que recibió de la Diputación a cambio de otros suelos, con el fin de cederlos a la Junta. Se enfrentó con los vecinos del solar, que habían abierto unas puertas a la parcela sin permiso y al final negoció con la Junta para encontrar una salida y dejar un pasillo en el lateral que da a los chalés. La Administración regional admitió la parcela y adjudicó la redacción del proyecto a finales del año pasado.
Pero las elecciones llegaron en mayo y ahora, que las dos administraciones están gobernadas por el PP, siguen los desencuentros. La Consejería de Educación argumenta que está a la espera de la licencia de obras para decidir si incluye esta obra en su programa y Urbanismo municipal esgrime que faltan documentos para otorgar el permiso.
En el medio de las administraciones se encuentran los 400 alumnos de Pardaleras que tienen que asistir a unas clases con ventanas de hierro, humedades, aseos insuficientes y sin gimnasio entre una amplia lista de deficiencias que desgranó este diario en sus páginas de ayer.
El problema de fondo es otro: el dinero, la crisis que ha paralizado las obras. La consigna del Ejecutivo de José Antonio Monago se resume en 'obra no empezada, proyecto paralizado'. Y de este colegio no hay ni una piedra puesta.
La comunidad educativa se ve impotente y esta semana han vuelto a plantarse con sus hijos a las puertas del centro. Prometen, además, seguir con las reivindicaciones hasta que un responsable de la Consejería de Educación les atienda. Hasta entonces, todo este colegio estará en las barricadas.
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